Washington, 19 oct (Prensa Latina) A tres semanas de unas elecciones intermedias en Estados Unidos que empiezan a parecerse a una gran victoria de los republicanos, los demócratas inician el juego de las culpas.
El diario The Hill, dedicado a temas políticos y del Congreso, publicó en un artículo este miércoles que el expresidente Barack Obama (2009-2017) salió a la palestra el fin de semana al alertar a sus colegas demócratas y progresistas de que no deben ser «aguafiestas».
Por su parte, el senador Bernie Sanders (Independiente de Vermont), que está pensando en una posible candidatura a la presidencia en 2024, afirmó que el Partido Demócrata pasa demasiado tiempo hablando del derecho al aborto y no lo suficiente sobre la desigualdad económica.
Según Sanders subrayó que tampoco fue lo adecuadamente grande en la aprobación de leyes para ayudar a los estadounidenses que luchan por pagar la atención médica, los medicamentos recetados y otras necesidades básicas.
Mientras tanto, los demócratas más jóvenes de la Cámara de Representantes que luchan por mantener sus escaños en el Congreso, como Elissa Slotkin (Michigan), sostienen que la dirección del partido ha perdido el contacto con muchos votantes.
La congresista pidió «una nueva generación» y «sangre nueva» al frente del partido que se identifica con el color azul.
A su vez, muchos legisladores demócratas insisten en el bajo índice de aprobación del presidente Joe Biden como un lastre para sus propias perspectivas, comentó el rotativo.
Todo esto se produce -añadió el periódico- cuando las últimas encuestas muestran un resurgimiento republicano en las carreras clave al Senado y a la Cámara de Representantes y enciende las alarmas entre los azules.
Tanto Obama como Sanders expresaron una preocupación cada vez más extendida en el partido: ¿Se equivocaron los demócratas al centrarse en las luchas culturales y en temas como el aborto mientras cedían el escenario a los republicanos en materia de inflación?
«Cuando hablamos de reunir… mayorías duraderas, tenemos que ser capaces de hablar con todos sobre sus intereses comunes», enfatizó Obama en una entrevista concedida al podcast político progresista Pod Save America.
«A veces los demócratas son (un aguafiestas)», observó el primer presidente afroamericano en sentarse en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
La entrevista a Obama en la temporada de la campaña electoral generó de inmediato expectación en los medios de prensa.
Mike Lux, estratega demócrata, expresó no estar en desacuerdo con el exmandatario y apuntó que los votantes se centran es en las cuestiones económicas, el aborto, «cosas que realmente les importan a ellos y a sus vidas».
Un alto estratega republicano indicó que Obama se está adelantando a lo que probablemente será un intenso debate dentro del partido de gobierno si este pierde el control en ambas cámaras del Congreso federal el 8 de noviembre.
Después de que los demócratas perdieran nueve escaños y el control del Senado en las elecciones de 2014, el senador de esa tolda Charles Schumer opinó que su partido se equivocó al centrarse demasiado en la reforma sanitaria en medio de la Gran Recesión, recordó The Hill.
«Estábamos en medio de una recesión y la gente estaba sufriendo y decía: ‘¿Qué pasa conmigo? Estoy perdiendo mi trabajo’. No es la atención sanitaria lo que me preocupa. ¿Qué pasa conmigo? Mis ingresos están disminuyendo y no puedo hacer las cosas que solía hacer. No es mi asistencia sanitaria lo que me preocupa'», dijo Schumer entonces.
Una encuesta del The New York Times-Siena College publicada el lunes mostró que los independientes y las mujeres se están decantando por el Partido Republicano a pesar de que los demócratas han puesto el foco en el derecho al aborto y que la impopularidad de Biden es un importante viento en contra.
El sondeo reveló que el 49 por ciento de los votantes registrados en todo el país dijo que votaría por un republicano para representarlos en el Congreso, mientras que el 45 por ciento dijo que votaría por un demócrata, en tanto, el 62 por ciento de los entrevistados piensa que el país va en la dirección equivocada.